Saturday, April 23, 2016

Dimensión de una Crisis Humanitaria actual. Migración indocumentada de miles de niños de origen mexicano y centroamericano hacia Estados Unidos de América.


Houston, 29 de julio del 2014

Dimensión de una Crisis Humanitaria actual.
Migración indocumentada de miles de niños
 de origen mexicano y centroamericano
 hacia Estados Unidos de América.

Por Eduardo Giles.

La sociedad civil estadounidense sabe y tiene consciencia de la crisis humanitaria que representa la continua migración indocumentada hacia territorio norteamericano de miles de niños y adolescentes de origen mexicano y centroamericano que viajan solos y sin la debida supervisión de un adulto responsable.
Este fenómeno migratorio trascendió a la opinión pública, debido a la denuncia conjunta de las autoridades respectivas del  U.S. Citizenship and Inmigration Servicies and  Department of Homeland Security sobre la saturación de los centros de detención de miles de menores de edad interceptados por la Border Patrol al cruzar la frontera de manera ilegal. Sólo de octubre del 2013 a la fecha, las autoridades   contabilizaron a cerca de sesenta mil niños de ambos sexos en esas condiciones.
Por lo general, los niños de origen mexicano en custodia del Border Patrol son repatriados a la protección de las autoridades competentes mexicanas, casi sin mayor trámite en la mera frontera,
En contraste, los niños de origen centroamericano, concretamente aquellos procedentes de Guatemala, El salvador, Nicaragua y Honduras son objeto de un juicio en una corte de migración,  que integra un expediente clasificando la entrada indocumentada a territorio estadounidense como un delito, para después ser repatriados por avión a sus respectivos lugares de origen.
El problema es que, la infraestructura actual que tienen las autoridades estadounidenses resultó insuficiente, específicamente en lo que toca al número de jueces de migración, personal administrativo, médico y de vigilancia para procesar con justicia y dignidad esa cantidad inusual de expedientes de los niños en comento. Asimismo, el alojamiento y cuidado de esos menores de edad resultó inadecuado en las instalaciones del U.S. Citezenship and Inmigration Services que indujo a esas autoridades a buscar opciones de alojamiento temporal, en ciudades distantes de la frontera.
El fenómeno social de la migración masiva de niños y las distintas  propuestas de solución a esta inédita crisis humanitaria desató un debate político y social de carácter nacional e internacional, que se resume en lo siguiente.
En la Cámara de Representantes, algunos legisladores exigen el reforzamiento de la seguridad en la frontera, porque éstos niños infractores reflejan la punta del iceberg de un problema mucho más serio, que tiene que ver con la delincuencia organizada y el creciente tráfico ilegal irrestricto de personas, dinero, armas y drogas. Otro grupo de legisladores afirman de manera categórica que esa crisis humanitaria no es responsabilidad ni del gobierno, ni del pueblo estadounidense.
Frente a ese razonamiento, otro cuerpo de legistas subraya que cada infante tiene derecho inalienable a un habeas corpus relacionado con el principio del asilo político y de la reunificación familiar, toda vez que la mayoría de los padres y tutores de esos niños están establecidos –legal o ilegalmente-, precisamente en los Estados Unidos de América.
En medio de esa confrontación política está el Presidente Barack Obama que solicitó al Congreso la aprobación de un recurso económico de emergencia para hacer mucho más expedito el trámite legal conducente a la deportación de esos niños, toda vez que, al ritmo actual, se prevé que el proceso para cada infante tarde hasta tres años.

Por supuesto que la opinión pública tiene sus propias conclusiones sobre el curso de las declaraciones políticas que se han vuelto casi cotidianas.

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